Con el paso de los años, las viviendas sufren deterioros que, en ocasiones, conllevan reformas. A la hora de ponernos con ellas, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que debemos contar con todos los permisos que se requieran. Por eso, es necesario saber qué trámites son necesarios para hacer una obra en casa.
Y la respuesta es: depende. Sí, los trámites y licencias varían de un territorio a otro, lo que no hace fácil, la verdad, afrontar los procesos y papeleos necesarios.
Trámites para hacer una obra en casa: licencias de obra y comunicación previa
En cualquier caso, son las administraciones locales las que deciden si se demanda una licencia o permiso a la hora de iniciar una reforma en el hogar. Y llegados a este punto, es importante diferenciar entre licencias de obra -mayores o menores- y comunicación previa.
Por eso, y para evitar sobresaltos y sanciones económicas, lo mejor es informarse en el consistorio pertinente, antes de hacer una obra en casa, si esta requiere de algún trámite y tasa a cumplimentar. Y nunca está de más avisar a la comunidad de vecinos de nuestra intención de llevar a cabo reformas en nuestra vivienda.
Licencias de obra
Antes de acometer ninguna obra en el hogar, hay que tramitar las licencias pertinentes en cada municipio. Las licencias de obra son, en resumen, los permisos necesarios para hacer reformas en una vivienda, sea cual sea su envergadura. Para presentar la solicitud para las mismas, hay que acudir al ayuntamiento de la población en la que se encuentre la vivienda.
- Licencias de obras menores: O, lo que es lo mismo, son esas obras sencillas tales como pequeñas reparaciones, instalaciones de puertas o ventanas o adaptar la casa a personas con discapacidad. Suelen ser sinónimo de un precio reducido en la tasa a abonar.
- Licencias de obras mayores: Como su nombre indica, se refieren a grandes reformas en las que cambiaremos la estructura de la casa, su distribución y/o superficie. Por tanto, las tasas, procedimientos a seguir y papeleo a cumplimentar son diferentes. Necesitan de un proyecto de reforma firmado por un arquitecto o arquitecto técnico, y sellado por un colegio profesional. Lo habitual es presentar, acompañando al proyecto de obra, el modelo oportuno de solicitud, el DNI del solicitante y el pago de las tasas necesarias.
Comunicación previa
Es recomendable, antes de iniciar cualquier obra o reforma en el hogar, contactar con el ayuntamiento de tu localidad para saber si la tarea que vas a llevar a cabo necesita de ser comunicada o no. Hay municipios que, por ejemplo, no solicitan una comunicación previa a la hora de pintar la vivienda, y otros sí. Lo mismo al hablar de modificaciones en la fontanería, electricidad o calefacción.
Son trámites que pueden hacerse tanto online como de manera presencial y, junto al formulario en cuestión, requieren adjuntar un plano y presupuesto de la obra, descripción de la actuación a poner en marcha y el documento de autoliquidación de las tasas correspondientes.
Como se puede ver hay pocas reformas en el hogar que no demanden de una licencia de obra o de una comunicación previa, y entre ellas pueden encontrarse actuaciones tales como alicatados, solados, reparaciones de paredes o cambios en las instalaciones, de nuevo siempre según el municipio en el que se ubique la vivienda.
