Hay varios factores a la hora de establecer los criterios de mantenimiento y conservación de los edificios, unos aspectos de gran importancia para poder ampliar la vida útil de las viviendas. En este post vamos a incidir en ellos.
Pasos a seguir para el mantenimiento y conservación de los edificios
Llevar a cabo acciones para el mantenimiento y la conservación de los edificios es un factor clave a la hora de incrementar la vida útil de los mismos. También, y no es cuestión menor, de cara a su revaloración ante posibles ventas futuras de alguna de sus viviendas.
Hasta hace algunos años, en los edificios sólo se actuaba tras detectarse deficiencias que demandaban reparaciones. La orientación actual es la de ‘prevenir antes que curar’, esto es, trabajar por el mantenimiento de forma activa para reducir los costes derivados de reparaciones y de los seguros (ya que es menor la siniestralidad), y garantizar la conservación de los edificios.
De hecho, hay comunidades autónomas que exigen llevar a cabo inspecciones técnicas para localizar deficiencias que conlleven riesgo para residentes y viandantes o impidan una correcta habitabilidad.
Tipos de mantenimiento
Preventivo
Podemos adelantarnos a posibles problemas, y también evitar fuertes desembolsos, gracias a inspecciones que posibiliten un mantenimiento preventivo. Esta acción se basa en anticiparse a la necesidad de llevar a cabo cualquier reparación a través de un seguimiento y análisis detallado de las diferentes partes del inmueble.
Correctivo
En esta ocasión hablamos de actuar sobre los desperfectos y desgastes de un edificio tras producirse estos.
Predictivo
Se trata de una técnica que suma factores de las dos anteriores y se desarrolla mediante una evaluación periódica de una situación a corregir.
Inspección Técnica de Edificios y Libro del Edificio
La Inspección Técnica de Edificios y el Libro del Edificio son dos documentos que resultan obligatorios en algunas CCAA.
La Inspección Técnica de Edificios (ITE) o Informe de Evaluación del Edificio (IEE) es un informe que se redacta tras la visita de un técnico a un edificio. En este documento se describen las deficiencias que se han encontrado y su estado de conservación. Por lo general, la ITE se lleva a cabo a los 50 años de antigüedad del inmueble.
Mientras, el Libro del Edificio, además de incluir el resultado del informe, contiene las instrucciones que se establecen como necesarias para asegurar el correcto mantenimiento del inmueble, al igual que las actuaciones de mejora o rehabilitación de los problemas que han sido localizados.
Hay que tener en cuenta que, al igual que nuestros vehículos tienen que pasar la ITV para comprobar que no presentan problemas o defectos que pueden ponernos en peligro cuando estamos al volante, también es importante planificar inspecciones de nuestros inmuebles para que, gracias a pequeños mantenimientos de forma periódica desarrollados por especialistas, nos evitemos sustos consecuencia de las derramas de última hora.